jueves, 26 de junio de 2014

Familia e Iglesia

Cuando nos encaminamos hacia dos sínodos sobre la familia, cabe preguntarse por las relaciones entre la familia y la Iglesia.

     El “Catecismo del Concilio Vaticano II” –como ha sido denominado el Catecismo de la Iglesia Católica– comienza así: “Dios (…) convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En él y por él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada”.

martes, 24 de junio de 2014

Una madre rejuvenecida, fecunda y acogedora



El 16 de junio el Papa Francisco se ha dirigido a la asamblea diocesana de Roma, reunida bajo el tema: “Un pueblo que genera a sus hijos, comunidades y familias en las grandes etapas de la iniciación cristiana”. Y su propuesta está llena de sugerencias para la formación de los cristianos en la Iglesia entera.

miércoles, 18 de junio de 2014

Cristiano, nombre de misión


Misión, dice el diccionario, es el poder o la facultad que se da a alguien para ir a desempeñar algún cometido. Hoy la palabra misión se usa también para indicar, en una empresa, una declaración duradera del objeto, propósito o razón de ser de esa empresa. El cristiano lleva en su nombre –seguidor de Cristo, miembro de Cristo– su misión, esto es, trabajar para que se cumpla en el tiempo la misión de Cristo, comunicar a los hombres el Amor de Dios hacia cada uno.

martes, 17 de junio de 2014

Vocación cristiana y vocación matrimonial


                                                M. Chagall, Pareja en el paisaje azul (1969-1971)

En el lenguaje habitual la palabra vocación tiene un primer significado cristiano. Hablamos de “vocaciones” cuando nos referimos a personas que se dedican a Dios de una forma más intensa. Derivadamente usamos ese término para hablar de una inclinación a cualquier estado, profesión o carrera.

      El Concilio Vaticano II declaró que todos los cristianos –y más ampliamente todas las personas– tenemos vocación, sí vocación, a la santidad y al amor. Sin embargo, aún la palabra vocación remite para muchos únicamente a clérigos y miembros de la vida religiosa. Pero el Catecismo de la Iglesia Católica, en la línea del Concilio habla de la “vocación al matrimonio” (n. 1603) como una de las formas de la vocación cristiana.