sábado, 31 de octubre de 2020

Oración, misa y misión cristiana

 

Marc Chagall, El Cantar de los cantares (detalle), 
Museo M. Ch., Niza (Francia)


¿Qué tiene que ver nuestra oración con la oración de Jesús? ¿Se refiere esto a que su oración es modelo de la nuestra o que nos enseña a hacer oración? Sí, pero no solo eso. Todo en nuestro oración (que se puede hacer sencillamente como un diálogo con Dios) tiene que ver con la de Jesús. Lo ha explicado el Papa Francisco en su audiencia general del 28 de octubre.

Se ha fijado especialmente en la oración de Jesús el día de su bautismo en el río Jordán. Allí quiso ir, él, que no tenía pecado alguno de que lavarse, en obediencia a la voluntad del Padre. Y no se quedó al otro lado del río en la orilla, como diciendo: yo soy el santo, y vosotros sois los pecadores. Se puso a la cabeza de los penitentes, “en un acto de solidaridad con nuestra condición humana”. Esto es siempre así, constata el Papa: “Nunca rezamos solos, siempre rezamos con Jesús”
 
Un tema desarrollado y profundizado antes por el Papa emérito Benedicto. También para comprender a Cristo.

sábado, 24 de octubre de 2020

La fraternidad, don y tarea

El objetivo es sugerir algunas pistas para la lectura o relectura de la encíclica Fratelli tutti, sobre su trasfondo, unidad y trazos principales. Después de una introducción, pasamos a cuestiones de método y perspectiva, para terminar subrayando algunos aspectos de los contenidos (*). 

domingo, 4 de octubre de 2020

"Fratelli tutti": Amistad y fraternidad, diálogo y encuentro

 

La tercera encíclica del Papa Francisco Fratelli tutti, sobre la fraternidad y la amistad social (3-X-2020) es una encíclica social, escrita desde las “convicciones cristianas” y ofrecida en diálogo a todas las personas de buena voluntad. 

Esas convicciones cristianas están recogidas en la referencia al concilio Vaticano II: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (Gaudium et spes, 1).

Por tanto, arranca desde una mirada al mundo que “es más que una aséptica descripción de la realidad”. Supone un “intento de buscar una luz en medio de lo que estamos viviendo”, una búsqueda abierta al diálogo y con el fin de “plantear unas líneas de acción” (56). El método es el propio del discernimiento ético y pastoral, que trata, como indica la palabra, de distinguir el camino del bien para encauzar, superando los riesgos de las polarizaciones unilaterales, el obrar personal en el contexto de la sociedad y de las culturas.

Al tratar de la fraternidad y la amistad social, el Papa declara que se detiene en la dimensión universal de la fraternidad. No en vano una de las claves del documento es el rechazo del individualismo. “Todos somos hermanos”, miembros de la misma familia humana, que procede de un solo Creador, y que navega en la misma barca. La globalización nos manifiesta la necesidad que tenemos de colaborar para promover juntos el bien común y el cuidado de la vida, el diálogo y la paz.