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jueves, 20 de abril de 2017

La Cruz ante la banalidad del mal

Anne-Marie Pelletier —autora de los textos del Via crucis que se han leido en 2017 en presencia del Papa— ha señalado en diversas entrevistas que la Cruz no puede ser un objeto decorativo a la moda. Ni menos puede ser, como por desgracia ha sucedido algunas veces durante la historia, un estandarte levantado para la exclusión o la persecución.

La Cruz, prosigue explicando A.-M. Pelletier, no es tampoco un reflejo –con expresión de Hanna Arendtde la “banalidad del mal”, ante la que parece que estamos acostumbrados.

Estas palabras manifiestan bastante bien la situación de nuestra cultura occidental: junto a indudables logros en lo científico y tecnológico, estamos sumergidos en una especie de ceguera moral, producida por un sol de tinieblas (Bernanos) que hace que nos parezcan casi normales las innumerables víctimas de la historia y el abismo sin fondo de la crueldad humana, y que miremos todo eso con indiferencia.

Posverdad y evangelización

En nuestros días se habla de “posverdad” para denominar la “confianza en afirmaciones que se 'sienten verdad' pero no se apoyan en la realidad” (The Economist, 10-IX-2016, p. 11). O sea, la vuelta o la permanencia del reino de la mentira, especialmente en la política y en la comunicación, pero no solo ahí, sino también en general.

Pues bien, en esta “era posverdad” nos viene bien tener presente en qué consiste el anuncio de la verdad, y no de cualquier verdad sino de la verdad del Evangelio. En su homilía durante de la Misa crismal (13-IV-20117), el Papa Francisco ha desarrollado el modo en que especialmente los sacerdotes han de realizar el anuncio de la fe, la “buena noticia” (Evangelio) que comporta esencialmente la alegría.

martes, 18 de abril de 2017

El valor del compromiso

La Pascua cristiana es la celebración del cumplimiento de los compromisos divinos. ¿Y qué hay de los nuestros? ¿Pero tiene sentido el compromiso? ¿Vale la pena comprometerse, por ejemplo en el matrimonio?

Escribe el Papa Francisco que “comprometerse con otro de un modo exclusivo y definitivo siempre tiene una cuota de riesgo y de osada apuesta”. Y añade que el rechazo de asumir este compromiso tiene algo de egoísmo interesado, no acaba de reconocer los derechos del otro y no termina de presentarlo a la sociedad como digno de ser amado incondicionalmente (cf. exhort. Amoris laetitia, n. 132).

Situados entre los sínodos sobre la familia y el sínodo sobre los jóvenes, el compromiso es un tema puente que vale la pena plantearse. Comenzamos por la mirada al ambiente cultural sobre el compromiso y examinamos su significado antropológico. Nos fijamos luego en el contenido bíblico y cristiano de ese valor. Por ultimo mostramos algunas características del compromiso propio de la vocación para formar un matrimonio y una familia.