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jueves, 10 de agosto de 2023

Mancharse las manos, pero no el corazón

El 3 de agosto, a media mañana, el Papa se encontró con los jóvenes de Scholas Occurrentes en Cascais. Le habían preparado un mural de tres kilómetros y medio, recogiendo situaciones y sentimientos, a base de líneas y de brochazos un tanto inconexos, muchos de los cuales los habían plasmado los mismos que los experimentaban…

Al llegar el Papa se lo fueron enseñando. Y luego le dieron un pincel para que diera el último toque a esa “obra de arte”, a esa “capilla sixtina”, como le llamó Francisco medio bromeando.

Y le hicieron al mismo tiempo algunas preguntas. Concretamente tres preguntas. (Hemos dejado nuestros comentarios entre paréntesis).

domingo, 6 de agosto de 2023

Buscar y arriesgar

 (Para una educación de inspiración católica)

Ante los universitarios en Lisboa (cf. Discurso en la Universidad católica de Lisboa, 3-VIII-2023), el Papa les ha propuesto caminar, peregrinar hacia un horizonte de sentido. No hay peregrinar sin meta. 

No ha venido para dar respuestas fáciles, cómodas o ingenuas. Por eso les aconseja: “Desconfiemos de las fórmulas prefabricadas —son laberínticas—, desconfiemos de las respuestas que parecen estar al alcance de la mano, de esas respuestas sacadas de la manga como cartas de juego trucadas; desconfiemos de esas propuestas que parece que lo dan todo sin pedir nada". 

miércoles, 2 de agosto de 2023

Los jóvenes, el diálogo y la conversión

Con ocasión de la Jornada mundial de la juventud (JMJ), ha surgido una controversia entre dos posiciones que, un poco disecadas, podrían verse como alternativas. Pero no resulta así, si se miran las cosas más detenidamente (*)

Para unos, la Jornada Mundial de la Juventud debería tener como objetivo el encuentro y la convivencia entre los jóvenes, la acogida de la diversidad cultural y religiosa, la promoción de la solidaridad y de la interculturalidad (todo esto podría resumirse en el diálogo), pero no la conversión (sobre todo si se piensa en una conversión impuesta de modo agresivo).

Para otros, la JMJ debería tener como finalidad principal la conversión a Cristo o la evangelización (el anuncio del Evangelio); pues la voluntad de Dios no puede querer de por sí la diversidad de las religiones. Además, las creencias de cada uno no son indiferentes o irrelevantes. Y por eso, centrarse en la acogida de lo diverso y el diálogo podría conducir a un indiferentismo epistemológico, que haría de todo intento de conversión una agresión arrogante.

De esta manera, el diálogo se opondría a la conversión o la evangelización.


La evangelización entendida ampliamente

Sin embargo, san Pablo VI explica que la evangelización es una realidad dinámica, un proceso compuesto de varios elementos: “renovación de la humanidad [de los criterios, valores e intereses, desde el respeto a la conciencia y a las convicciones], testimonio, anuncio explícito, adhesión del corazón [conversión], entrada en la comunidad, acogida de los signos, iniciativas de apostolado » (Exhort. Ap. Evangelii nuntiandi, n. 24). Estos elementos, añade, puede parecer que se oponen o excluye entre sí ; pero en realidad son complementarios y mutuamente enriquecedores; y por eso hay que ver siempre cada uno de ellos integrado con los otros.