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martes, 24 de diciembre de 2019

Navidad, fiesta del amor que vence el miedo


El anuncio cristiano de la encarnación del Hijo de Dios: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14) ha sido el lema de Francisco, en su discurso a la Curia romana con motivo de las felicitaciones navideñas (21-XII-2019).

1. Según la fe cristiana, en Jesús, Dios ha querido compartir nuestra condición humana para darnos a participar su misma vida divina. Como respuesta a su amor por nosotros, observa Francisco, Jesús nos pide, sobre todo, que nos amemos unos a otros con su mismo amor (cf. Jn 13, 34-35), que seamos semejantes a él, porque Él se ha hecho semejante a nosotros.

En consecuencia, san John Henry Newman nos exhorta a que la Navidad «nos encuentre cada vez más parecidos a quien, en este tiempo, se ha hecho niño por amor a nosotros; que cada nueva Navidad nos encuentre más sencillos, más humildes, más santos, más caritativos, más resignados, más alegres, más llenos de Dios». Y añade:«Este es el tiempo de la inocencia, de la pureza, de la ternura, de la alegría, de la paz» (Parochial and Plain Sermons V).

sábado, 7 de diciembre de 2019

Sobre el significado y el valor del belén

En su Carta sobre “el hermoso signo del pesebre” (Admirabile signum, 1-XII-2019) Francisco desea explicar el significado y el valor del belén. Dice el Papa que representar el nacimiento de Jesús equivale a “anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría”.

Se trata de un “Evangelio vivo” ­–inspirado en los relatos evangélicos– que nos conduce a la contemplación de la Navidad. Y a la vez, “nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre”. Así, “descubrimos que Él nos ama hasta el punto de unirse a nosotros, para que también nosotros podamos unirnos a Él”.

Muchos de nosotros recordamos, en efecto, cuando preparábamos con nuestros padres “el nacimiento”, o “el belén”. Los niños lo preferíamos grande y, como a veces no había una mesa grande, estábamos dispuestos incluso a utilizar una puerta sobre unas banquetas. Era realmente, como dice el Papa, “un ejercicio de fantasía creativa”, lleno de belleza: “Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular”. “Espero –continúa Francisco– que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada”.

jueves, 21 de noviembre de 2019

Formación de los laicos, desde el corazón de la Iglesia

En un discurso a la primera Asamblea plenaria del Dicasterio para Laicos (16-XI-2019), Familia y Vida, reunida para tratar sobre “la formación de los laicos para reforzar su identidad y su misión en el mundo”, el Papa Francisco ha señalado la importancia de sentir desde el corazón de la Iglesia, entre otras actitudes de fondo.

Si bien es algo que tiene un significado especial para los que trabajan en un Dicasterio romano, al servicio de la Iglesia universal, sin embargo es interesante como perspectiva general para todos y particularmente para los fieles laicos.

El Papa desarrolló su argumento en torno a dos “imágenes”: "sentir con el corazón de la Iglesia" y “tener una mirada de hermanos”.

jueves, 31 de octubre de 2019

El diagnóstico pastoral del Sínodo sobre la Amazonia

Acerca del Sínodo para la Amazonia, ha dicho el papa Francisco, al cierre de los trabajos del Sínodo, que lo más importante son los “diagnósticos” realizados. Estos diagnósticos en el Documento final se presentan como nuevos caminos para avanzar en las “conversiones” que encabezan los respectivos capítulos: conversión integral, pastoral, cultural, ecológica y sinodal. También ha dicho que el principal es el diagnóstico pastoral (o evangelizador), que incluye todo lo demás.

El diagnóstico pastoral se expone en el capítulo segundo: “nuevos caminos de conversión pastoral”. El título remite a la propuesta que Francisco viene haciendo a todos los cristianos en la Iglesia: la “conversión pastoral”, es decir, la conversión de los evangelizadores y la conversión de la Iglesia entera a ser evangelizadora.

¿Pero la misión no consiste en convertir a los no cristianos? Así, es, pero para eso, es preciso que los cristianos, cada uno de nosotros, nos convirtamos antes y continuamente. Es decir, que tomenos conciencia de lo que somos: cristianos, que quiere decir discípulos de Cristo, a partir del bautismo. Y Cristo significa el Ungido para una misión. Como Él y unidos a Él, hemos de convertir nuestra vida en una “buena noticia” (= evangelio) para otros.

sábado, 12 de octubre de 2019

Sobre la Palabra de Dios en la vida cristiana y en la evangelización


La carta apostólica “Aperuit illis” (30-IX-2019), con la que el papa Francisco establece el “Domingo de la Palabra de Dios”, es un texto importante para los educadores de la fe. Constituye un pequeño tratado sobre la importancia de la Palabra de Dios en la vida cristiana y en la evangelización.

La primera referencia la constituye el misterio pascual, es decir, la muerte y resurrección de Cristo para nuestra salvación. Entre Cristo y las Sagradas Escrituras hay una relación tan estrecha que ellas no se entienden sin Él y viceversa.

Al dedicar un Domingo del Año Litúrgico a la Palabra de Dios, el papa desea, sobre todo, “que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado que abre también para nosotros el tesoro de su Palabra para que podamos anunciar por todo el mundo esta riqueza inagotable” (n. 2).

Con esta carta quiere contribuir a valorar el hecho de que “en las diferentes Iglesias locales hay una gran cantidad de iniciativas que hacen cada vez más accesible la Sagrada Escritura a los creyentes, para que se sientan agradecidos por un don tan grande, con el compromiso de vivirlo cada día y la responsabilidad de testimoniarlo con coherencia” (Ibid.).


miércoles, 9 de octubre de 2019

Reavivar el fuego de la misión


En su homilía durante la Misa de apertura del Sínodo sobre la Amazonia (6-X-2019) el papa ha dicho a los presentes ­–muchos de ellos obispos, pero las palabras de Francisco se pueden aplicar a todos los cristianos– que “hemos recibido un don (cf. 2 Tm 1, 6) para ser dones”. Así es, y se trata ante todo del don de la fe, segundo más importante después del don de la vida.

Luego, dentro y en el desarrollo de la fe vamos recibiendo otros dones –vocaciones, ministerios, carismas, etc.– que son siempre para traducirlos en servicio de la Iglesia y del mundo.

En conjunto, como dice Francisco, “nuestra vida, por el don recibido, es para servir”. El evangelio del día pone en boca del Señor el consejo de que nos consideremos como “siervos inútiles”. Traduce el papa: siervos sin fines de lucro, que no buscan ganancia, sino que dan gratuitamente lo que gratuitamente han recibido. ¿Cómo hacerlo fielmente? Francisco lo explica mediante cuatro pasos

lunes, 30 de septiembre de 2019

Prosperidad y fe cristiana

En diversas ocasiones el Papa Francisco se ha referido a una corriente actual de pensamiento, surgida en ambientes cristianos fundamentalistas y muy extendida hoy por el apoyo mediático. Es la denominada “Teología de la prosperidad” (cf. Evangelii gaudium, n. 90). Mantiene la convicción de que Dios quiere que los cristianos tengan por encima de todo una vida próspera, que sean ricos, sanos y felices. Según esto, el bienestar debe estar en el centro de una oración que se dirige a Dios como quien hace realidad los pensamientos y deseos del orante. Esto es muy distinto del sentido cristiano de la prosperidad.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Signos vivos del amor que anunciamos

Velázquez, Cena de Emaús (1222-1223)
Metropolitan Museum of Art, New York

En un encuentro con el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización (21-IX-2019) el papa Francisco ha profundizado en lo que Juan Pablo II denominaba el ardor, los métodos y la expresión del anuncio del Evangelio (cf. Discurso en Haití, 9-III-1983). Y al hacerlo, ha puesto de relieve lo que podría llamarse la “insuperabilidad” del amor. Nuestra misión como cristianos es anunciar ese amor como algo que vivimos.

1. La cuestión de entrada es “cómo encender el deseo de encontrar a Dios a pesar de los signos que oscurecen su presencia”. Cuenta el papa que en una ocasión, ante un periodista que le manifestaba no ser creyente, el santo papa Juan XXIII le respondió: «¡Tranquilo! ¡Eso lo dices tú! Dios no lo sabe, y te considera igualmente como un hijo al que amar». El secreto –señala Francisco– está en ayudar a sentir, junto con las propias incertidumbres, la maravilla de la presencia de Dios entre nosotros, lo que provocó el estupor de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 32).

martes, 10 de septiembre de 2019

Paradoja de la belleza cristiana

Icono ortodoxo de la crucifixión (1499-1500)

Según el diccionario del español, paradoja es un hecho o una expresión aparentemente contrario o contradictorio respecto de la lógica. Por ejemplo: “Mira al avaro, en sus riquezas, pobre”.

La realidad está llena de paradojas y la sabiduría cristiana proporciona orientación para situarse ante esa realidad, de modo que la vida sea lo más plena posible. Especialmente los valores, como muestra el cristianismo, presentan una apariencia paradójica que conviene descubrir; también la belleza, que es un camino educativo de primera calidad, especialmente en relación con la vida cristiana. Ese ha sido el tema de un seminario celebrado recientemente en la Universidad Panamericana de Guadalajara-México (29-31/VIII/2019).

1. Cuenta el evangelio de San Lucas que cuando un paralítico fue curado por Jesús, “al instante, levantándose delante de ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa”. Como consecuencia “el asombro se apoderó de todos”, de modo que decían: “Hoy hemos visto cosas increíbles” (Lc 5, 25-26). El texto original utiliza la palabra griega paradoxa (literalmente, algo contrario a la opinión extraída de la experiencia).

jueves, 5 de septiembre de 2019

La auténtica oración cristiana


(Ilustración: Frances Hook, El joven Jesús rezando)

La Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe ha publicado un documento titulado “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo (Sal 42, 3): Orientaciones doctrinales sobre la oración cristiana” (Madrid 2019).

La oración cristiana es un encuentro y un diálogo con Dios, por medio de su Hijo, Jesucristo, a la luz y bajo el impulso del Espíritu Santo. Por tanto, no debe confundirse con una técnica de autodominio de sí mismo o de las propias emociones y sentimientos. También se distingue, aunque puede tener ciertos elementos comunes, de la oración que se hace en otras religiones. El texto tiene cinco partes.

viernes, 30 de agosto de 2019

Liturgia y santidad

La carta del Cardenal Secretario de Estado con ocasión de la 70ª Semana Litúrgica Nacional (Messina, 26-29 de agosto de 2019) remite al «camino de renovación litúrgica querido por el Concilio Vaticano II». El texto se hace altavoz de las enseñanzas del papa Francisco acerca de la íntima relación entre liturgia y santidad.

En ese camino de la renovación litúrgica, subrayaba hace dos años el papa Francisco, «la fatiga no ha faltado, pero tampoco la alegría», y animaba a proseguirlo: «Y ese es el compromiso que os pido hoy: ayudar a los ministros ordenados, como a los demás ministros, cantores, artistas y músicos, a cooperar para que la liturgia sea “fuente y culmen” de la vitalidad de la Iglesia (cfr. Const. Sacrosanctum Concilium, 10)» (Discurso a la 68ª Semana Litúrgica Nacional, 24-VIII-2017).

Pues bien, este año los organizadores han decidido poner la santidad en el centro de su reflexión, con el lema: «Liturgia: llamada para todos a la santidad bautismal. “Elegidos para ser santos e inmaculados ante Él en la caridad (Ef 1,4)”». 

martes, 27 de agosto de 2019

Educación de la moral cristiana

Giotto, La resurrección de Lázaro (1304-1306)
Capilla Scrovegni, Padua (Italia)

Muchos se preguntan hoy por la educación moral y concretamente la educación de la moral cristiana. Además de sus fundamentos antropológicos, es interesante plantearse directamente sus contenidos. ¿En qué consiste la moral cristiana? ¿Añade algo a la ética o “moral humana”? ¿Cuáles son sus contenidos principales y, si se quiere decir así, específicos? Solo teniendo en cuenta esos contenidos puede el educador de la fe plantearse al mismo tiempo los métodos y los recursos didácticos para esa educación.

El Catecismo de la Iglesia Católica explica que la moral cristiana responde a la vocación del hombre: la vida en el espíritu. Ahí se pone de relieve a la vez la alegría y las exigencias que comporta este camino de vida.

La educación para la moral cristiana forma parte de la “catequesis” en su sentido originario como formación de la vida cristiana en todas las edades y no solo para los niños. La moral cristiana tiene unas características que se deducen no solo de la ética o moral racional, sino también específicamente del anuncio de Cristo (kerygma) y del Reino de Dios a través de la misión de la Iglesia (1).

Las características de la educación moral cristiana, según las expone el Catecismo de la Iglesia Católica (ver una síntesis en los nn. 1691-1698), pueden resumirse en los siguientes puntos.

lunes, 19 de agosto de 2019

Sobre los fundamentos antropológicos y la educación de la moral

M. Chagall, Adán.
Vidriera en St Esteban de Maguncia (Mainz)


En 1984 señalaba el cardenal Ratzinger: “Cada vez es más evidente que la auténtica enfermedad del mundo moderno es su déficit moral[1].

Refiere el caso de un pensador ruso que, en una visita a Ratisbona comparó la humanidad de hoy, con su miedo a los misiles, a un hombre que vive continuamente con el pánico de que su casa sea consumida por el fuego y ya no puede pensar ni hacer otra cosa que prevenir el incendio. “Pero no se da cuenta de que tiene cáncer y que no va a morir en el incendio sino por la descomposición de su organismo a causa de las células cancerígenas”[2].

Pues bien –observaba ese autor–, la humanidad de hoy está en una situación parecida por una descomposición moral que la arruina desde dentro. Y por tanto la correcta preocupación por la supervivencia debe dirigirse ante todo a la terapia de esta enfermedad mortal que es el origen de todos los demás problemas.

El entonces cardenal Ratzinger considera válido este análisis, y plantea, en una reunión de médicos, cómo podemos conocer lo que es bueno para el hombre, y desde ahí cómo podemos diagnosticar y curar lo que no es tan bueno.

sábado, 10 de agosto de 2019

Renovar la educación de la fe



El autor de este blog ha publicado el libro "Renovar la educación de la fe. Claves del Catecismo de la Iglesia Católica" (ed. Eunsa, Pamplona, en colaboración con el servicio de publicaciones de la Universidad Panamericana, sede Guadalajara-México, 2019), 280 pp. 

En 2017 se cumplieron veinticinco años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, un texto destinado probablemente a «durar» varios siglos.

Ante las necesidades de nuestros días, hemos reelaborado y repensado trabajos anteriores sobre el Catecismo y su compendio. Hemos tenido, además, en cuenta algunos desarrollos que se han realizado, en cuanto a los contenidos del Catecismo, sobre todo por parte del Magisterio y particularmente el de los últimos papas, en estas casi tres décadas.

Nuestra intención es mostrar la importancia y actualidad de este instrumento educativo para la renovación de la comunicación y la transmisión de la fe cristiana en nuestro tiempo.

lunes, 5 de agosto de 2019

Dolor y gratitud, ánimo y alabanza


La Carta del papa Francisco a los sacerdotes (4-VIII-2019), con motivo de los 160 años de la muerte del santo Cura de Ars, llega en un momento oportuno, cuando muchos necesitan el agradecimiento y el ánimo de un hermano mayor y padre.

La carta tiene cuatro partes, señaladas por cuatro palabras que manfiestan las actitudes que el papa quiere transmitir a los presbíteros: dolor, gratitud, ánimo y alabanza. Y todo ello sobre el trasfondo de la esperanza y de la confianza en la misericordia de Dios.

lunes, 22 de julio de 2019

Fe y educación de los sentimientos






Los sentimientos están de moda en todos los terrenos. Se subraya, y hasta se explota, lo ideal que es “sentirse bien”. Y se llega a decir que si vas a hacer algo y no lo haces con pasión, es mejor que no lo hagas. 

            En efecto, los sentimientos son importantes y mueven mucho a las personas, aunque no siempre de modo adecuado, cuando no están integrados en el conjunto de la persona. Así se ve, por ejemplo en el cine, cómo los sentimientos hacen que unos acierten al encaminar su vida (cf. Brooklyn, J. Crowley, 2015) y otros comentan serios errores e incluso delitos (cf. Mula, C. Eastwood, 2018). 

El reto de la diversidad en la unidad


Desde el principio del cristianismo se ha comparado la vida cristiana, que es vida en la Iglesia y en el mundo, con un camino. Podemos pensar en una autopista. Se puede ir por el centro o a un lado, más deprisa o más lentamente, con un vehículo más o menos acondicionado, con tal de no detenerse ni salirse del espacio previsto para circular, ni poner en peligro a los demás incumpliendo las señales y las normas de tráfico.


Carismas, estilos, sensibilidades

Las normas del tráfico, válidas y vinculantes para garantizar la seguridad y la eficacia del tránsito, son las establecidas, por ejemplo para los fieles católicos, por el Papa y el colegio episcopal. Los modos diversos de ir por esa autopista se reflejan, en este caso, en los distintos carismas, estilos o sensibilidades de cada uno, personalmente o con otros cristianos dentro de la Iglesia.

miércoles, 10 de julio de 2019

Hospital de campaña


Con frecuencia el papa Francisco ha comparado a la Iglesia con un hospital de campaña. Sobre esto ha escrito Wojciech Giertych, teólogo de la Casa Pontificia, un excelente artículo en el “Osservatore Romano” (5-VII-2019): “La Iglesia ante los sufrimientos y los dramas del mundo: Un oasis de humanidad”.

El texto explica el funcionamiento de este "hospital", las condiciones en que puede funcionar y los medios con los que puede contar.

Comienza evocando escenarios bélicos como la Primera Guerra Mundial, en los que muchos jóvenes eran llamados a combatir en trincheras fangosas, y se comprometían a luchar para conquistar metros de territorio con un coste muy alto. “Viendo mutilaciones, intoxicaciones, muerte y destrucción, junto con una mezcla de heroísmo y desesperación, se encontraban con los soldados adversarios y a veces descubrían con estupor que sus experiencias eran idénticas”.

Así se representa, en efecto, en muchas películas desde los años veinte –pronto hará un siglo– hasta nuestros días, como Frantz (F. Ozon, 2016).

lunes, 8 de julio de 2019

Valentía y otras condiciones para el discernimiento


Icono de la Sabiduría, Escuela de Yaroslav (s. XVI)
        Galería Tretiakov (Moscú)

(Ver la explicación del icono al final del texto)



La Carta que el papa Francisco ha enviado al Pueblo de Dios que peregrina en Alemania (29-VI-2019) es un testimonio del ministerio petrino y –lejos de un recetario– una orientación muy útil no solo para los católicos alemanes, sino para todos los cristianos.


Una carta animante y realista

1. Ante todo, en circunstancias de graves dificultades –incertidumbre ante el futuro, cambios profundos y rápidos, etc.–, como eran las de los discípulos cuando murió el Señor, hoy contamos “con la convicción de que el Señor «siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad» (Exhort. Evangelii gaudium, 11). Francisco desea brindar su apoyo, acompañar en el camino y “fomentar la búsqueda para responder con parresía –valentía– a la situación presente”. Quizá sea esta última frase un buen resumen de las actitudes que su carta desea promover. 

miércoles, 3 de julio de 2019

Teología centrada en la evangelización


En su visita a la Facultad de Teología de Nápoles (21-VI-2019), el papa Francisco ha querido destacar la dimensión evangelizadora de la teología como necesidad en el momento actual, para la teología misma y para el servicio que presta a la Iglesia y a la sociedad.

domingo, 16 de junio de 2019

Sobre la educación cristiana de la sexualidad

«Nos prometimos el cielo, y nos quedamos en las nubes». Así dice un grafiti – expresión quizá de una pareja decepcionada– que contemplé hace algunos años. Hoy el ambiente cultural propicia una sexualidad desvinculada del amor y de la vida. Se facilita el sexo, pero se pone difícil encontrar el amor.

Con la intención de ofrecer algunas orientaciones a los educadores acerca de las cuestiones debatidas sobre la sexualidad humana «a la luz de la vocación al amor a la que toda persona es llamada», la Congregación para la Educación Católica ha publicado un documento titulado: «Varón y mujer los creó. Para una vía de diálogo sobre la cuestión del gender en la educación» (2-II-2019). Una cuestión importante que tiene que ver con la antropología y la teología del cuerpo y del amor.

No se trata de un documento doctrinal, sino de una invitación a la reflexión, ante todo desde la razón, también desde la fe, con vistas a la tarea educativa. Se quiere así animar al diálogo entre los educadores, en un momento en que la enseñanza católica sobre este tema es considerada a veces como retrógrada.

domingo, 9 de junio de 2019

La Iglesia, "misterio de la luna"

Como la madre y la luna, la Iglesia concibe en virtud de la semilla vital que recibe y da una luz que ella recibe del sol (Cristo) para hacerla suya.

Los escritores cristianos de los primeros siglos gustaban de comparar a la Iglesia con la luna, porque la luz que tiene no es propia, sino que la recibe del sol[1]. La constitución del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia “Lumen gentium” (luz de las gentes) comienza por esas palabras, que no se refieren a la Iglesia sino a Cristo. Él es la luz de los pueblos. Y por eso, el Concilio, expresión de la Iglesia, “reunido en el Espíritu Santo, desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda criatura[2] con la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia”.

Para el papa Francisco, es importante percibir que el centro del cristianismo es Cristo. No somos nosotros y ni siquiera la Iglesia, que de otro modo podría funcionalizarse y convertirse en una ONG. Ella debe ser, según los Padres, como la luna, que transmite una luz que no es propia. No puede ser “autorreferencial” –es decir, hablar solo de sí misma, vivir para sí misma–, sino misionera. De otra manera, insiste el papa, dejaría de ser institución divina para pasar a ser obra de hombres (cf. Discurso en el Encuentro con el Comité del CELAM, Río de Janeiro, 28-VII-2013).

miércoles, 29 de mayo de 2019

La "personalidad" de la Iglesia

M. Chagall, María y Jesús, 
vidriera en la iglesia de St. Stephan, Mainz (Alemania)

En la tradición cristiana se compara a la Iglesia, junto con Cristo, con una persona. Y esto tiene un gran contenido desde el punto de vista de la vida espiritual, y también para explicar muchas cuestiones que afectan a la vida y a la misión de los cristianos. 



En tiempos de tormentas –como son los actuales para la Iglesia y los cristianos– conviene considerar y fortalecer la propia personalidad. Tres veces recoge el Catecismo de la Iglesia Católica la expresión “persona mística” referida a la Iglesia en su unión con Cristo. La primera, al exponer la Iglesia como Cuerpo místico de Cristo, con expresión tomada de Santo Tomás de Aquino para explicar la relación entre Cristo y la Iglesia: “La Cabeza y los miembros, como si fueran una persona mística” (cf. n. 795). La segunda al hablar de los sacramentos y su celebración en la Iglesia, que forma con Cristo-Cabeza “como una única persona mística”, como recoge Pío XII (cf. n. 1119) en su encíclica de 1943. Finalmente, a propósito de la “comunión de los santos” y el intercambio de bienes espirituales que existe entre los cristianos, en la unidad sobrenatural del Cuerpo místico de Cristo, tal como señala Pablo VI (cf. n. 1475).


lunes, 15 de abril de 2019

Dios, Cristo y la Iglesia




Jesús dormido en la barca durante la tormenta
Catedral de San Vicente (ss. XI-XVI),
Borgoña (Francia)

Como ha informado Vatican News, se ha hecho público un artículo del papa emérito, Benedicto XVI, con sus reflexiones sobre el tema de “la Iglesia y los abusos sexuales”.

Después de interpretar el contexto sociológico de lo que ocurrió a partir de los años 60 del pasado siglo –sobre todo en relación con la moralidad– y sus implicaciones para la Iglesia y la formación de los sacerdotes, ofrece tres conclusiones que coinciden con los tres temas principales de su libro de 1968, “Introducción al cristianismo”: Dios, Cristo y la Iglesia.

domingo, 7 de abril de 2019

Los jóvenes, la fe y la vida en plenitud

El contenido de la exhortación del papa Francisco, “Christus vivit, a los jóvenes y a todo el Pueblo de Dios” –fruto del sínodo sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, de 2018– corresponde bien a su título. No es este un documento “sobre” los jóvenes, sino una conversación con ellos, una carta dirigida en primer lugar a los jóvenes, a cada uno.

En cuanto a los educadores y formadores, quizá en un texto como este (que recoge experiencias de todo el mundo) les interese no tanto buscar “novedades”, como más bien descubrir acentos, matices, puntos de luz y desafíos.

Desde el principio el papa pone a los jóvenes personalmente frente a Jesús: “Cuando te sientas avejentado por la tristeza, los rencores, los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí para devolverte la fuerza y la esperanza” (n. 2). En torno a ese núcleo, Francisco mira a la realidad que rodea a los jóvenes y les invita a situarse en ella. También a mirarse a sí mismos en el ambiente en que se mueven, con sus luces y sus sombras. No deja de advertirles de algunos riesgos, pero sobre todo les impulsa a madurar personalmente, preocuparse por las necesidades de los demás y mejorar el mundo.

Para facilitar la lectura y el estudio del texto, se puede dividir en tres partes: una primera, que se pregunta cómo las Sagradas Escrituras presentan la figura de los jóvenes (capítulos 1 y 2) y, desde la fe, mira a la realidad en la que se sitúan actualmente los jóvenes (capítulo 3); una segunda parte, la central, donde se presenta “el gran anuncio de la fe a los jóvenes”, junto con las consecuencias y condiciones (capítulos 4-6); la parte final, dirigida también a los educadores o formadores de los jóvenes sobre la formación, la vocación y el discernimiento (capítulos 7-9).

domingo, 31 de marzo de 2019

La fe, al servicio de la cultura y de la sociedad

La perspectiva de la fe cristiana aporta una potente luz al discernimiento de la tarea educativa, tanto en la escuela como en la universidad. En esta última además, fomenta una verdadera “revolución cultural” al servicio de la sociedad. Lo ha dicho Francisco citando un documento sobre la renovación de los estudios en las universidades y facultades de la Iglesia.

El papa se extendió sobre este tema en una meditación que dirigió en la Pontificia Universidad Lateranense, el pasado 26 de marzo.

Partió de la liturgia del día (Dn 3, 25. 34-43). Un pasaje del libro de Daniel, donde se presenta la oración de tres jóvenes –arrojados a un horno de fuego por negarse a adorar una estatua del rey de Babilonia– y como Dios les libró de todo mal. Siempre pasa así, señaló Francisco: “Escuchar la Escritura a partir de la realidad del “hoy” desvela y comunica ulteriores significados que en ella se contienen”. Para dar valor a los creyentes ante las persecuciones sufridas por su fe, el libro recuerda los personajes ilustres que vivieron la fidelidad a Dios y su Torá. Así “la memoria del pasado nos trae no solo un mensaje, sino que nos aporta la fuerza de la pertenencia a un pueblo”.

Podemos dividir la intervención de Francisco en tres pasos: 1) presentación del contexto actual en relación con el camino académico; 2) llamada de atención ante una cultura individualista y consejo de cultivar una memoria agradecida; 3) propuesta de una tarea intelectual y educativa que esté vivificada por el espíritu cristiano, en el horizonte de la verdad y del amor.

jueves, 7 de marzo de 2019

Jesucristo, vida verdadera y eterna

A propósito de “la protección de los menores en la Iglesia” (Francisco, Discurso, 24-II-2019) y para contribuir a esta tarea en el conjunto de la sociedad, los educadores de la fe deberíamos hacernos algunas preguntas: ¿cómo se explican las incongruencias, y a veces los delitos, de personas que dicen tener fe y que incluso tienen como misión la de educar a otros? ¿Qué tipo de educación hay que dar a los cristianos, comenzando por los educadores? ¿Podría bastar una educación suficientemente ética, como señalan algunos?

Esto no significa echar las culpas de todo a una mala educación recibida por quienes cometen abusos, ni tampoco lo contrario: afirmar que la única causa y por tanto el único remedio para evitar los problemas sea una buena educación o formación. Pero es nuestra responsabilidad preguntarnos cómo puede contribuir la educación de la fe en estas cuestiones.

Conviene preguntarse antes: ¿qué es la fe?, ¿qué implica la fe para la vida?, ¿cómo educar la coherencia de los cristianos en su colaboración con todos para la búsqueda del bien común?

miércoles, 27 de febrero de 2019

Para comprender a Cristo

En uno de sus textos de los años ochenta, Joseph Ratzinger, ahora papa emérito Benedicto XVI, ofrece siete claves para comprender quién es Cristo, según el testimonio de la Sagrada Escritura[1]. Analizamos aquí esas claves, con sus implicaciones principales para la oración y la vida cristiana.

(El retrato que figura a la izquierda es de Laur Iduc)


El centro de la vida de Cristo es su oración

1. “Según el testimonio de la Sagrada Escritura, el centro de la vida y de la persona de Jesús es su permanente comunicación con el Padre[2], sobre todo en su oración.

lunes, 18 de febrero de 2019

El humanismo de la vida: hacia una bioética global


(A propósito de la Carta “Humana communitas” del papa Francisco, con motivo del XXV aniversario de la Pontificia Academia para la Vida, 6-I-2019) (1)

Esta reflexión tiene dos partes. En primer lugar, presentamos el valor de la vida, especialmente de la vida humana, en la perspectiva de las Sagradas Escrituras. Desde ahí ofrecemos a continuacion algunas orientaciones operativas sobre todo para quienes se dedican a las ciencias de la vida.

domingo, 10 de febrero de 2019

Sentir la Iglesia


Tiziano, Pentecostés (h. 1545),
                                                                 iglesia de Santa Maria della Salute (Venecia)

En su viaje a Panamá el papa Francisco tuvo un encuentro con los obispos centroamericanos (24-I-2019), que se celebró bajo el lema episcopal de san Oscar Romero: “Sentir con la Iglesia”. Se trata de un aspecto importante para todos los cristianos. Pues sentir con la Iglesia implica tener el “sentido de la Iglesia”, también como parte esencial de la vida espiritual.

¿Qué lugar ocupa la Iglesia en nuestras inquietudes e incluso en nuestra oración? Para tratar de responder a esta preguntas, quizá convenga plantearse antes otra: ¿Pero qué es la Iglesia?

Para muchos la Iglesia es una institución humana más. En la perspectiva cristiana la Iglesia es una realidad profunda que pertenece a la fe: “Creo en la Santa Iglesia Católica”. Esto se recoge en el llamado Credo o Símbolo de los apóstoles, profesión de fe que procede de la primitiva Iglesia de Roma, presidida por el apóstol Pedro.

En 1963, mientras se celebraba el Concilio Vaticano II, un perito teólogo llamado Joseph Ratzinger señalaba que interpretar bien el misterio de la Iglesia no era cosa solo de los padres conciliares, sino de todos los fieles cristianos. Primero, porque la Iglesia, como decía Guardini al principio del siglo, había “despertado en las almas” (esto es, los cristianos percibían, movidos por la gracia de Dios, la realidad eclesial en la que vivían y de la que formaban parte). Además, porque —de acuerdo con ese despertarse del sentido de la Iglesia en los cristianos— una declaración doctrinal sobre la Iglesia solo lograría tener un pleno significado “si se traduce en una realidad espiritual en la vida de fe de los individuos” (1).

lunes, 28 de enero de 2019

Solo el amor salva

En el cuadro de Henri Matisse, Ícaro (1943-1946), el punto rojo es testigo del corazón humano, hecho para volar.

En la perspectiva cristiana lo único que salva y libera de verdad es el amor: el amor que Dios es y nos tiene, y que nos llama a colaborar con él en nuestra propia salvación y en la de otros.

Durante la vigilia de la JMJ de Panamá, el sábado 26 de enero, el papa Francisco ha explicado lo mismo a partir del “árbol de la vida”.

El libro de la vida aparece por primera vez en el libro del Génesis, 2, 9; también en el libro de los Proverbios y en el Apocalipsis.

El árbol de la vida puede representar la historia y la vida de amor que Dios nos ofrece (plenamente en Jesús), para que nuestra historia se entremezcle con su vida, que desea echar raíces en la tierra de cada uno.

A partir de ahí, el papa lanzó una serie de preguntas y mostró algunas consecuencias, entretejiendo un diálogo tanto con los jóvenes como con los adultos.


Vivir el ahora de Dios

Aquel día en la sinagoga de Nazaret, Jesús se levantó para “poner en acto el sueño de Dios”. Allí se venía proclamando la palabra de Dios como promesa de futuro; “pero en boca de Jesús solo podía decirse en presente, haciéndose realidad: Hoy se ha cumplido”.

Tomando pie del Evangelio del día, Francisco ha pronunciado la homilía de clausura en la JMJ de Panamá. Sus palabras traen, para los jóvenes, la fuerza de una convocación que no admite demora. Así hace presente y eficaz la acción de Jesús que es el “Hoy” y “ahora” de Dios.

“Jesús revela el ahora de Dios que sale a nuestro encuentro para convocarnos también a tomar parte en su ahora de ‘llevar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia en el Señor’ (cf. Lc 4,18-19)”.

“Este es –señala el papa Bergoglio– el ahora de Dios que con Jesús se hace presente, se hace rostro, carne, amor de misericordia que no espera situaciones ideales, situaciones perfectas para su manifestación, ni acepta excusas para su realización. Él es el tiempo de Dios que hace justa y oportuna cada situación y cada espacio. En Jesús se inicia y se hace vida el futuro prometido”.

domingo, 27 de enero de 2019

Un sueño llamado Jesucristo




Francisco se ha encontrado con los jóvenes (cf. Discurso de apertura de la JMJ de Panamá, 24-I-2019) y les ha animado a ir adelante. “Ir adelante no para crear una Iglesia paralela un poco más ‘divertida’ o ‘cool’ en un evento para jóvenes, con algún que otro elemento decorativo, como si a ustedes eso los dejara felices. Pensar así sería no respetarlos y no respetar todo lo que el Espíritu a través de ustedes nos está diciendo”.

Al contrario: ir adelante para encontrar y despertar juntos “la continua novedad y juventud de la Iglesia abriéndonos siempre a esa gracia del Espíritu Santo que hace tantas veces un nuevo Pentecostés” (cfr. Sínodo sobre los Jóvenes, Doc. final, 60). Y eso solo es posible, como se ha vivido en el Sínodo, “si nos animamos a caminar escuchándonos y a escuchar complementándonos, si nos animamos a testimoniar anunciando al Señor en el servicio a nuestros hermanos; que siempre es un servicio concreto”

El papa sabe, y lo dice, que para muchos llegar hasta aquí no fue fácil. “ Venimos de culturas y pueblos diferentes (...), pero nada de eso impidió poder encontrarnos (...) y estar juntos, divertirnos juntos, celebrar juntos, confesar a Jesucristo juntos”.

martes, 22 de enero de 2019

La "revolución del servicio" desde la JMJ de Panamá

Panamá es un lugar clave para la nueva evangelización en y desde Centroamérica. Su papel de comunicación, gracias al canal, entre los dos océanos Atlántico y Pacífico y su liderazgo en el crecimiento económico de Latinoamérica hacen de este país un lugar estratégico, para que llegue el mensaje de Francisco a los jóvenes del mundo.

La JMJ de Panamá cuenta con el primer papa americano, más precisamente latinoamericano y de habla española. Sin duda este hecho –que el papa comparta el habla hispana con las gentes que lo acogen– hará especialmente significativo este encuentro con los jóvenes. La cultura de estos países posee una gran riqueza de valores, también desde el punto de vista cristiano.

sábado, 5 de enero de 2019

Estrella de libertad

Cuadro de Giovani da Modena (1410),
iglesia de San Petronio, Bolonia

La estrella de los Magos nos trae esa libertad que Cristo nos ha ganado, la libertad de los hijos de Dios.

En la época en que Daniélou publicó su libro “Los símbolos cristianos primitivos” (1951: en castellano, eds. Ega, Bilbao 1993), había ya suficiente investigación acerca de la estrella de los Magos (Mt 2, 2) en el marco de la cultura bíblica.

La estrella tiene una larga historia que la precede en los textos del Antiguo Testamento (cf. la “estrella de Jacob” de Num 24, 17), del cristianismo primitivo y en relación con las culturas circundantes. Esa estrella es anunciadora de la salvación que trae el Mesías y que llega a todas las gentes.

San Justino ( s. II) dice que la estrella es uno de los nombres de Cristo, y la pone en relación con la estrella que vieron los Magos en Oriente. Para nosotros, es también una estrella de esperanza.