martes, 21 de junio de 2016

Sentido cristiano de la ecología


Se cumple un año de la encíclica del Papa Francisco Laudato si, sobre el cuidado de la Casa común. La fe bíblica asegura la dignidad de la persona humana y su valor especial, por haber sido creada para una vida de amor que sea respuesta al amor divino. Esa respuesta de amor comporta el cuidar con respeto el mundo y los seres que lo pueblan. Ya se ve que esto nada tiene que ver con un antropocentrismo despótico o radical, en el sentido denunciado por muchos de los que se dedican a la ética ambiental. 

Veamos en primer lugar la relación entre cristianismo y antropocentrismo y en segundo lugar los compromisos ecológicos que resultan de la fe bíblica.

sábado, 18 de junio de 2016

La misericordia como luz que nos hace ver


Con frecuencia pensamos que los ciegos son otros. Eso pensaban los que acompañaban a Bartimeo cuando pasó Jesús y le curó (cf. Lc 18, 35-43). Pero la curación de Bartimeo les curó también a ellos, que no estaban menos ciegos por dentro. En su audiencia general del 15 de junio el Papa Francisco señala que este signo nos afecta directamente también a nosotros.

viernes, 10 de junio de 2016

Carácter y madurez del cristiano

El cristiano tiene un propio carácter, en el sentido de conjunto de cualidades que le distinguen, por su modo de ser y de obrar, de los demás, a la vez que le permiten relacionarse con ellos y servirles. La visión cristiana del hombre (antropología cristiana) se deduce del encuentro con Dios en Cristo. La fe cristiana se traduce en el amor, que significa propiamente no vivir para nosotros mismos, sino para Él, y con Él, para los demás. Esto supone una mirada nueva al hombre y al mundo, y en buena parte se concreta en las virtudes. Es un modo de ver las cosas y de trabajar que ayuda a la madurez personal a la vez que tiene una importante dimensión social, y también ecológica.

jueves, 2 de junio de 2016

Verdad y comprensión en el acompañamiento espiritual y pastoral

La exhortación Amoris laetitia, del Papa Francisco, sobre el amor en la familia, puede verse en continuidad con lo que Juan Pablo II enseñó sobre la familia y dejó escrito en la exhortación Familiaris consortio (1981). El filósofo Henri Hude, que comenzó analizando la Amoris laetitia, ha explicado posteriormente esta continuidad, en relación con el contexto actual, con la misericordia y con algunas consideraciones de tipo filosófico y teológico.