Tres preguntas de la prensa
al autor de este blog
Francisco ha aunado en la Jornada Mundial de la Juventud los valores humanos y los cristianos a la hora de transmitir un mensaje de fe y de esperanza
¿Cuáles han sido las claves de esta JMJ?
- Un acontecimiento así no puede encasillarse en unas pocas claves. Si nos fijamos en lo que subrayó sintéticamente el Papa Francisco en la Radio del arzobispado de Río de Janeiro, podríamos hablar de la 'cultura de la solidaridad', como palabra que aúna los valores humanos y los cristianos, por oposición a una 'cultura de la exclusión' de los niños, de los jóvenes, de los ancianos y de otras personas más débiles.
Las claves más importantes quizá se deducen de los gestos del Papa, que traducen sus actitudes de fondo, a la hora de transmitir un mensaje de fe y de esperanza, especialmente para los jóvenes. Ha querido dejar la certeza de que vale la pena dedicarse a promover la dignidad de cada ser humano, y apostar por Cristo y su Evangelio.
¿Qué destacaría de los mensajes que el Papa Francisco ha transmitido a los jóvenes?
Decía que las primeras palabras y las más importantes del Papa Francisco han sido, como suelen ser, sus gestos y actitudes. Es decir, su actitud de oración y adoración ante la Virgen Aparecida y en medio de la alegría festiva de la liturgia; su cariño con la gente, su entusiasmo mientras propone a los jóvenes la revolución más grande que jamás ha existido, que es la revolución del Evangelio, la revolución del amor.
¿Qué balance hace de esta JMJ?
Conviene tener en cuenta que Brasil, además de ser el país con más católicos del mundo, es uno de los más grandes países de América y a la vez se ha configurado históricamente a partir de África; por tanto conserva las raíces humanas y culturales de allí (por ejemplo la alegría y la danza, como se notó especialmente en la Misa en Copacabana). También está asumiendo lo mejor de las aportaciones intelectuales de Europa, precisamente a través del cristianismo (pienso por ejemplo en la aportación alemana en las zonas sureñas); y ahora está integrando muchos elementos asiáticos.
En este mosaico tan plural, que ha superado tantos problemas y tiene tantas necesidades, el Papa Francisco ha realizado ante los jóvenes algo así como una "rehabilitación de la política" como tarea de servicio. Ha invitado a todos, particularmente a los cristianos, a abrirse a los demás. Ha ido a fondo, especialmente en el Via crucis con los jóvenes y en el encuentro con los cardenales y los obispos (*), por lo que se refiere a la responsabilidad de los católicos. Y todo esto, en la línea del Concilio Vaticano II y cuanto allí se planteó. El camino hacia Cracovia, donde tendrá lugar la JMJ de 2016, está, pues, trazado en esta línea, como dice la primera encíclica de este Papa: la capacidad iluminadora, dialogante y transformadora de la fe cristiana, precisamente por vivir del amor.
El Papa Francisco en Copacabana, el 28-VII-2013
¿Cuáles han sido las claves de esta JMJ?
- Un acontecimiento así no puede encasillarse en unas pocas claves. Si nos fijamos en lo que subrayó sintéticamente el Papa Francisco en la Radio del arzobispado de Río de Janeiro, podríamos hablar de la 'cultura de la solidaridad', como palabra que aúna los valores humanos y los cristianos, por oposición a una 'cultura de la exclusión' de los niños, de los jóvenes, de los ancianos y de otras personas más débiles.
Las claves más importantes quizá se deducen de los gestos del Papa, que traducen sus actitudes de fondo, a la hora de transmitir un mensaje de fe y de esperanza, especialmente para los jóvenes. Ha querido dejar la certeza de que vale la pena dedicarse a promover la dignidad de cada ser humano, y apostar por Cristo y su Evangelio.
¿Qué destacaría de los mensajes que el Papa Francisco ha transmitido a los jóvenes?
Decía que las primeras palabras y las más importantes del Papa Francisco han sido, como suelen ser, sus gestos y actitudes. Es decir, su actitud de oración y adoración ante la Virgen Aparecida y en medio de la alegría festiva de la liturgia; su cariño con la gente, su entusiasmo mientras propone a los jóvenes la revolución más grande que jamás ha existido, que es la revolución del Evangelio, la revolución del amor.
¿Qué balance hace de esta JMJ?
Conviene tener en cuenta que Brasil, además de ser el país con más católicos del mundo, es uno de los más grandes países de América y a la vez se ha configurado históricamente a partir de África; por tanto conserva las raíces humanas y culturales de allí (por ejemplo la alegría y la danza, como se notó especialmente en la Misa en Copacabana). También está asumiendo lo mejor de las aportaciones intelectuales de Europa, precisamente a través del cristianismo (pienso por ejemplo en la aportación alemana en las zonas sureñas); y ahora está integrando muchos elementos asiáticos.
En este mosaico tan plural, que ha superado tantos problemas y tiene tantas necesidades, el Papa Francisco ha realizado ante los jóvenes algo así como una "rehabilitación de la política" como tarea de servicio. Ha invitado a todos, particularmente a los cristianos, a abrirse a los demás. Ha ido a fondo, especialmente en el Via crucis con los jóvenes y en el encuentro con los cardenales y los obispos (*), por lo que se refiere a la responsabilidad de los católicos. Y todo esto, en la línea del Concilio Vaticano II y cuanto allí se planteó. El camino hacia Cracovia, donde tendrá lugar la JMJ de 2016, está, pues, trazado en esta línea, como dice la primera encíclica de este Papa: la capacidad iluminadora, dialogante y transformadora de la fe cristiana, precisamente por vivir del amor.
(publicado en www.abc.es y otros periódicos digitales, 28-VII-2013)
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(*) Me refería al Encuentro con los cardenales y obispos brasileños el 27 de julio. Posteriormente se difundió también el texto de otro discurso, igualmente importante. Tuvo lugar al día siguiente, en el encuentro con el Comité de coordinación del CELAM. Así que ahora habría que decir: "...en los encuentros con los cardenales y obispos..."