Ante el Sínodo de la familia
"Misericordia y fidelidad se encontrarán, justicia y paz se besarán"
(Salmo 84, 11)
Nuestra sociedad es hoy muy sensible a la autenticidad, particularmente como valor humano. Se aprecia a
las personas que realmente viven de acuerdo con lo que piensan y
se esfuerzan en reflexionar a partir de lo que viven. Sabemos también que no es tan fácil ser así de coherente, y quizá eso sea, para la mayoría, más una meta que una realidad.
Con motivo del próximo sínodo sobre la familia cabe redescubrir la relación entre doctrina y vida, o “pastoral”. Se trata de una relación esencial y necesaria, pues no cabe separar estos dos aspectos del cristianismo, como
no cabe poner a un lado la verdad y a otro lado la caridad y la misericordia.
Profundicemos en esta relación entre doctrina y vida cristiana, teniendo en cuenta que todo deriva de la Persona de Cristo, y que el Evangelio es tanto doctrina como vida, vida y doctrina, a la vez verdad y caridad.