Según informa Wikipedia,
Scholas occurrentes es una fundación canónica privada, actualmente relacionada con la Pontificia Academia para las Ciencias.
Tiene su origen en la época en que Francisco era arzobispo de Buenos Aires, cuando impulsó asociaciones que unían
escuelas, deportes y solidaridad.
Su convicción era que
las figuras queridas popularmente tienen particular influencia educativa, con su ejemplo, sobre millones de niños, y que
el deporte y el arte popular son formidables herramientas para formar valores.
Solo con decir esto se ve el gran interés que tiene esta iniciativa en un mundo como el nuestro, por una parte tan individualista y, por otra parte, tan influenciable desde los medios de comunicación y las redes sociales, sobre todo en sus miembros más frágiles.
Efectivamente, el deporte y el arte popular son capaces de
transmitir la belleza que hoy requiere la educación, en el formato especialmente adecuado para los niños y los jóvenes.
Desde hace siete años,
Scholas viene promoviendo campañas de concienciación sobre valores, programas de ciudadanía, apoyo a proyectos educativos en circunstancias de vulnerabilidad, conexión internacional de colegios y escuelas de más de cuarenta países.
Francisco ha dirigido un
Mensaje con ocasión del encuentro virtual promovido por “Scholas occurrentes” el pasado 5 de junio (
Ver video en castellano).
Ahí evoca el Papa el ambiente de crisis y de violencia en que nacieron esas iniciativas en su tierra. A pesar de las dificultades, fueron capaces de generar una educación que ayudara a encontrar el sentido de la vida junto con la captación de la belleza, y un profundo valor de universalidad entre los jóvenes.
En ese camino, señala
tres imágenes que guiaron aquellos años de encuentro y reflexión: el loco de
La Strada de Fellini, la llamada de Mateo de Caravaggio y "El Idiota" de Dostoiwevskij. Cada una de esas imágenes era portadora de un valor:
el sentido, la llamada y la belleza.