M. Chagall, Moisés-Las tablas de la ley (litografía de 1956)
Lo señala el Papa Francisco en su Exhortación Evangelii gaudium: “La Palabra
de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la Eucaristía , alimenta y
refuerza interiormente a los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico
testimonio evangélico en la vida cotidiana” (n. 174).
De ahí
la importancia de la educación o la formación bíblica, encaminada primero a
comprender la Palabra
de Dios, que da sentido pleno a nuestra vida y a la vida del mundo; y hacer así
posible que los cristianos seamos eco de esa Palabra con nuestra
existencia, vivida de forma coherente.